sábado, diciembre 16, 2006

artesanías

F. hace artesanías y las vende en una feria que también es artesanal, cerca de Bilbao con Tomás Moro. Parece que hace joyas, pero eso no me lo dijo. Me acuerdo de S., que hace anillos, aros y colgantes de plata y oro, a un poco más de tres mil kilómetros de mi casa (y también los hacía a principio de año cuando vino por unos meses). F. es estudiante de algo con arte, S. es artesana-artesana y de la ingeniería civil que empezó a estudiar queda apenas un diferencial. También estoy yo, que llevo toda la tarde haciendo artesanía sonora: inventándome técnicas para que la grabación suene como yo quiero que suene, y comunique algo así como una cosquillita o un tirón en la guata, misma cosa que F. y S. hacen con agujas y con plumas de pájaros colorinches.
La tarde está fresca y yo en el patio interrumpo una artesanía para iniciar otra, carezco de un plan y por eso no soy verdaderamento un artista o artisto, sino apenas un artesano que escribe textos y canciones. No exactamente al mismo tiempo, pero casi.

domingo, diciembre 10, 2006

el dictador y la muerte

Como corresponde a las ocasiones importantes, B. fue mi antena a la realidad. Igual como cuando se supo el resultado del cónclave en el Vaticano y en el teléfono me dijo "Ratzinger es Papa", ahora me dijo "¿Estás viendo las noticias?, se murió Pinochet. Hace una hora". La historia se anda torciendo para todos lados como una culebra.

No estoy contento, no tengo ganas de celebrar nada. Me alegro por quienes estaban esperando que Pinochet se muriera, pero en lo personal, más bien siento tristeza por la muerte de este viejo miserable, porque junto con reconocer que tengo pena, tengo que aclarar que siempre he pensado y pensaré que cuando hablamos de Agusto Pinochet, hablamos de un viejo miserable, que no puede ser recordado sino como la cabeza de uno de los tiempos más tristes y oscuros de la historia de Chile. Es posible que esta sea precisamente la causa de mi pena: la muerte como fin, como término. Me da pena que un hombre, aunque sea Pinochet, se acabe, se cierre, se pudra. Me alegro en paz con la muerte cuando pienso en hombres que pasaron por la vida haciendo el bien, pero me da esta pena negra cuando quien se muere es este viejo de mierda.

Esa es la primera capa. En la segunda capa siento una especie de vértigo. Puedo percibir en el aire que la historia se dobló, se torció, y que no es posible imaginar la complejidad de las consecuencias de la muerte de Pinochet. En un tiempo en que los bloques políticos de derecha despreciaron al dictador y se alejaron de él, y en el que uno a uno sus partidarios fueron haciéndole la desconocida a las presiones civiles que lo llevaron a tomar el poder, el viejo se murió en una soledad horrorosa. Rodeado solamente de un exiguo grupo de fanáticos fundamentalistas y de delincuentes emparentados. Con 300 querellas y varios procesos en marcha no solo por responsabilidad criminal en violaciones a los derechos humanos, sino por una corrupción decididamente flaite. Ahora que ha muerto y está todo en la superficie otra vez, el juicio de la historia empieza a ser evidente, mayoritario: ¿cómo se hará cargo la derecha de su responsabilidad en el rol histórico de Pinochet? Me atrevería a decir que cuando las señoras gritan afuera del hospital militar que el general fue traicionado y que es un mártir, no hablamos de los juicios, ni de lo que piensan las izquierdas, sino de la herida que se abrió en la oposición. Si Pinochet es un mártir, lo es a manos de la derecha que lo puso al frente de Chile y después lo dejó solo.

¿Qué van a hacer los Piñeras y demás derechistas que hacían guerra en los medios contra Pinochet, pero que le agradecían todas las noches por haberles cuidado este modelo económico con el que se hicieron millonarios?, es fácil hacer pedazos al huevón cuando ya te hiciste millonario con las ventajas que te dio, ¿no?

Este es el día en que murió Pinochet, se ondula en torno al calor de diciembre toda la historia de Chile y, alucinado por el calor del cemento hirviendo, veo pasar volando ediciones de los libros de historia (la trutruca, Frías-Valenzuela, Villalobos) que se lanzan en picada contra manifestantes de uno y otro lado. Esta tarde extraña y surrealista me uno a la oración que debe estar intentando un confundido Lavín, para que Dios reciba en su misericordia incluso a este viejo chuchesumadre, que aligere el dolor de quienes lo amaron y que nos sacudamos el odio.

Al fin y al cabo, para bien o mal de la justicia, este señor ya se murió y se acabó esta huevá.
Se seguirá investigando y ya no habrá Pinochet para meter a la cárcel, morirá en algún momento la última vieja fundamentalista, morirán Cortés Villa y Pérez de Arce, y no habrá uno solo que valide la matanza y la prepotencia impresentable de la elite y los milicos en los 70s.
Ahora es el momento de reorganizar las posiciones políticas, de que se quiebren la Alianza y la Concertación, y los partidos de agrupen con honestidad en núcleos naturales. Ya no hay Pinochet para estar a favor o en contra, solo está la historia trágica de la dictadura militar y la pena pasajera por la muerte de este viejo miserable, así que ¿qué va a hacer usté ahora?

lanzamiento "relieves de luz"

Diecinueve cantautores chilenos escribieron y grabaron canciones originales relacionadas a la experiencia de la ceguera durante este año. El disco es el primero que incorpora el sistema Braille en su gráfica y se llama "relieves de luz". Espera ser un grito, un destello en la industria discográfica, resultar en una invitación a la inclusión y a la consideración de quienes están a nuestro lado, no solo sin ver, sino aparentemente sin ser vistos. El lanzamiento es este martes 12 de diciembre, a las 20:00, en la Capilla Santa Lucía; una hermosa sala a 3 cuadras del metro San Miguel (línea 2).

Más información en www.nuestrocanto.cl

martes, noviembre 21, 2006

en algún lugar

En algún lugar del mundo una persona está escribiendo con letras blancas sobre fondo negro, alguna está quizás tratando de olvidar la pena que siente, controlando la rabia empuñando las manos y los labios (clavándose las uñas y los dientes).

En otro lado también hay alguien junto a una ventana trabajando, y es también de noche y pasan de esas mismas micros y por su ruido puede adivinarse si son blancas con verde o amarillas. Hay un lugar en que también faltan diecinueve minutos con cincuenta para cambiarle el medio a la placa, y en el que también alguien se distrae pensando en la posibilidad de un otro.
En un lugar de oriente hay una pintora que todavía llora como si tuviera dieciséis: se quedó atrapada en el bolsillo del kimono del tiempo. No ha cambiado nada, y eso ocurre mientras Kawabata se atraviesa un libro de Bertoni en las costillas. En un lugar del norte un músico escribe una carta al amigo imaginario de su infancia y se dispara un escopetazo en la boca.
Otra mujer aparte de tí también lo confundió todo, también desconfió, también temió y decidió cerrar los ojos, las manos y la boca.
Al mismo tiempo que yo, también alguien está pensando en el eterno retorno, como cuando Nietzsche y Kundera, y decidiendo que no hay vuelta que darle. Que todas las cosas del mundo están pasando ahora mismo. Y que mientras allá abajo pasa una micro amarilla (y yo lo sé por el sonido), al otro lado de la ventana el sabor a pólvora que siento en la boca es el mismo que el que inunda las calles de Seattle después del escopetazo.
En algún lugar del mundo alguien tiene miedo, ya no de otros, sino de sí mismo. Y a pesar de que ese alguien no soy yo, tenemos todavía algo en común:
estamos solos.

martes, octubre 24, 2006

no pasa nada

Al final no pasa nada, o digamos que al final pasa lo de siempre.

Parece que lo que importa es el entremedio.
Escribo la historia de un olvido como si fuera mía, como si fuera mío (la historia, el olvido), y el final de mi novela no encierra ninguna novedad ("niún-brillo"), más bien se pierde como con fade-out.
Hubo una época en que todas las canciones terminaban con un coro que se repetía hasta extinguirse (y yo siempre subía el volumen para saber cuándo terminaba exactamente la canción) y había una total ausencia del concepto de tan-tán que hoy exijo al escribir. Y esa huevá es igual que la vida (1. al final no pasa nada, 2. se va con fade-out, 3. lo que importa es el entremedio)
Escribir la historia de un olvido (míos ambos) que simule la vida.
Y encontrar una manera de terminarla bien,
o encontrar una manera de terminarla.
Y encontrar una manera,
y encontrar.

domingo, octubre 15, 2006

anotación

Quería comentar que el sábado 28 de octubre haremos un conciertoexperimento en la Casa en el Aire del Patio Bellavista. A mi guitarra y voz, se sumará esta vez esta entrañable compu y un pequeño aparato para mezclar las tres cosas, que por ahora llamaremos juguera. Veremos qué sale. Aprovecho de comentar que en la barra del lado derecho de este blog, hay una sección donde pueden mantenerse informados de las fechas en que habrá presentaciones musicales, y abajo de ella, otra donde pueden encontrar algunas composiciones. Por ahora hay unas pocas, pero de a poco iré subiendo más, en la medida que vayan siendo grabadas. Aquí una muestra de los experimentos a mostrar el sábado 28.



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. Escuche con audífonos o en un equipo estéreo con buenos bajos y a un volumen suficiente.

viernes, octubre 13, 2006

chove en Santiago

Chove en Santiago
na noite escrura,
herbas de prata e de sono
cobren a valeira lúa.

El invierno ha vuelto, un segundo capítulo muy breve, solamente para venir a abrazar a quienes no nos conformábamos, a los que sufríamos. Lluvia de enroques, me cambiaste la alergia por alegría. Nunca dos letras hicieron tanta diferencia. G.L. -otras dos letras- en la memoria de estos versos, música de Luar na Lubre. Llueve en Santiago.



foto: chove en Santiago, de un blog alemán

jueves, octubre 12, 2006

meli ñadki

[otra vuelta de tuerca: un tayer for cats, antayer 4 cats, antayer Q.atro gatos.
He aquí el famoso poema: meli ñadki]


Uno, arañ
a el espacio que sostiene su cuerpo
como si tratara de escaparse,
de romperse, _________de irse,
de partir, de olvidarse de los límites (si los hubo o los hay)
Rasguña los andamios,
rasga el amnios que contiene su ser
y rompe en llanto.
Otro, maulla en do sostenido menor
gracias a sus oídos prodigiosos;
reconoce en los ruidos de la calle una música tensa,
a punto de romperse,
y si se rompe, calla (paga), y se queda mudo siempre,
o casi siempre.
Un tercer gato explora las posibles fronteras que tiene el ancho mundo
y va meando las puertas de las casas
que reconoce como sus hogares fiijos o transitorios,
y una vez concluída la tarea
va a hacerle compañía a un cuarto gato situado justo en medio
de algo.
Él es un pobre gato paralítico de corazón, enfermo

de depresión endógena y de cálculos
que producen un dolor descomunal al mear
y por eso no tiene hogar alguno.
Sencillamente, guarda ahí en el medio su posición estática (estratégica)
y acumula dolor
para vencer la puerta de la muerte y matarse.

Cuentan que el que se encuentra simultáneamente con ellos
recibe unas llamadas extrañas y una carta
con cinco pepitas de palta (una encomienda)
y luego muere sin grandes aspavientos,
de viejo, de suicidio,
o de tristeza.

miércoles, octubre 11, 2006

un taller para gatos

Iba escribir hoy un poema que hice ayer en la noche (meli ñadki), pero en vez de eso mejor enunciar la extraña idea de un taller para gatos (entiéndase gente-gato: gato, peligro de muerte, perversión de la siempreviva) Que viene a ser que hagan efecto la suma de: el disperso día laboral + escuchar a la Javiera Mena (con Prissa o en cámara lenta, es ella misma) + la idea circulante de este taller for cats. But if i write "taller", everybody gonna think too high, and i'm not trying to say so. Así que le diremos tayer for cats. Y dejaremos el poema sobre los meli ñadki para mañana. Porque ahora me tengo que ir a la Batuta a ver a Quique González con novia-Ber. Me dijo la Mariana en la mañana que también estaba invitado el Manuel García, y tanto mejor, a ver si nos tomamos algo después del concierto, no sería malo. Con la Ber seríamos 4. A tayer for cats. Tayer 4 cats. Cuatro gatos.


Bonus Post-scriptum: He aquí Javiera Mena

lunes, octubre 09, 2006

abierto

Hay que andar atento en estos días para no perderse ni un bolsillo de la realidad (que está llena de bolsillos y de costuras), para buscar el disco de la Florencia Lira, para entender la performance de Mostro en el hotel Echaurren en la medianoche de Valparaíso. Para leer los saldos positivos, para escuchar el disco nuevo de Drexler y después escribir, y que verdaderamente el verso sea como una ganzúa para entrar a robar de noche al diccionario a la luz de una linterna sorda como tapia (como muralla, o Tapia como don Hildebrando, de Lago Ranco, que tampoco escuchaba mucho) Hay que andar atento, abiertos los cinco sentidos, los Q.atro gatos, las tres heridas, los dos ejes y uno. Abierto también, arriesgado a morir aplastado, de un ataque de pánico, de tránsito, de lírica. A manos de un lapón, del pensamiento de un lapón, o de una navaja de afeitar. Pero, es cierto, tampoco se puede vivir de otra manera.

martes, octubre 03, 2006

saldos positivos


No fue un día fácil. Levantarse temprano y con cierta dificultad, correr al laboratorio, tres cirugías estereotáxicas, la primera muy difícil (jodida corteza entorrinal, ¿por qué te ocultas?), correr consiguiendo cosas por todo Santiago, día largo finalizando a esta hora cansado, aunque con la proyección de ir a beber algo con mis amigotes. Los saldos positivos son innegables: una edición preciosa de la Obra Poética de Hahn (Ese árbol tiene un violín adentro. No fue tallado aún, pero está adentro), corbata roja, cuerdas de tensión media, libro de Sábato y, la estrella, el Proyecto de Obras Completas del Rodrigo Lira (Roberto cae se estrella en el suelo de baldosas y muere) Además claro, diploma de Licenciado en Ciencias Biológicas, felicitaciones variadas y varias, y un par de buenas noticias. Mañana será otro día, una clase de neurociencias con la Dra. Kika a las 9, y alguno de los saldos positivos en el bolso compitiendo por mi lectura con el libro amarillo de Bertoni.

sábado, septiembre 30, 2006

Ahora sí

Llegué tarde (casi siempre llego tarde), así que tuve que esperar casi una hora, pero no me importó porque no me iba a perder la oportunidad de esta vez sí subirme por la escalera empinada y cortita, tres escalones, mochila, maletín, guitarra. Asiento 50, segundo vagón. Ahora sí voy en tren, y cruzo los territorios de mi infancia, y este tren es al mismo tiempo el tren en que viajábamos con mis papás y mi hermana guagua a Río Bueno cuando mi hermano todavía no existía, es el tren que se descarrila en último libro de l.c.d.N, es el tren de los campamentos scout, es el tren de nueces para el amor y el de la canción de Drexler (“mira, sho aquí me bajo, sho dejo el tren en esta estación…”) Este viaje es un signo: las cosas pueden hacerse mal, más o menos, o bien. Yo las hago, primero más o menos mal (me fui en bus, pudiendo irme en tren) y después casi bien (vuelvo en tren, una hora de retraso pero en tren) Aprendo tarde, pero aprendo. Curiosa plasticidad la de mi sistema nervioso. Y así con las neurociencias.



(foto: "tren de madrugada", Diego Manuel)

mujer que llora


no es fácil bocetar con frases cortas
o con líneas seguras
sus cejas, su sonrisa, sus orejas;
su belleza de árbol o de pájaro (que se ríe conmigo a mi llegada)
y peor aún: su llanto.
Imposible decir cómo es el rostro oculto entre las manos,
se suena cuatro veces con una servilleta que yo rescataría de las ruinas
para guardarla siempre a ella. La distancia
es tres metros, un cerco y una mesa,
y aún así se topan nuestros ojos de extraños,
entre su soledad y mi nostalgia, podría decir,
o entre mi abandonada soledad y su llanto
oculto entre las manos, imposible y hermoso,
ya lo dije,
como un pájaro negro.

jueves, septiembre 28, 2006

Bus-tren

Es de noche y el bus se mueve un tanto. Recién ahora cuando escribo “el bus”, se me ocurre que me podría haber ido en tren. Habría sido distinto: el ritmo, el sonido profundo, la sombra a través de la noche. Pero bus, y uno que otro celular que rompe la oscuridad, y un aló. Y en el asiento de al lado una señorita policía que no pagó pasaje (mostró que era policía), y la luz se enciende cada cierto rato para despertar a un pasajero, y la señorita policía que se bajó en la mitad de la nada, y la luz se apaga y se enciende, y qué bueno que a ratos se encienda porque la verdad no veía las teclas y escribía puros jshrgkcjnas. Pero es bueno también cuando se apaga, porque es casi el tren, y se ve la luna por la ventana del otro lado, y también el bus -sombra más solitaria y errática- cruza la noche para llevarme de viaje. Casi vale la pena extrañar a novia-Ber y tener que llegar a averiguar dónde carajo está mi hotel, pueblecito que conozco apenas, y al que voy a llegar en medio de la noche. Casi vale la pena porque se apagó la luz y el bustren cruza la carretera al sur. Y eso es como una sonrisa o un guiño en medio de tanta cosa sin ojos. En medio, bien digo, de TANTA cosa.

viernes, septiembre 15, 2006

creer en tí


Creo en tí con todas mis raíces, y lo hago a pesar de todo. Aunque leas tanto y no escribas nada, aunque quieras algo con todo tu corazón y no lo digas jamás, aunque estés al borde de los gritos y hagas como que no pasa nada. Creo en tí aunque tú no creas en tí. Porque yo también dudo y me paralizo, porque compro el diario para verlo encima y no leerlo, porque estoy sentado queriendo escribir un paper y estoy escribiendo que estoy escribiendo esto. Creo en tí a pesar de mí, porque no eres una certeza, eres una verdad. Y creer en tí es como una esperanza, y esa esperanza es como una tristeza, como una nostalgia del futuro, como una tristeza linda. Sí, linda y triste, y linda.

En el duelo de tu amor cuelgo de un árbol la guitarra,
pero el viento la recobra como un ave para sí.
En el río los queltehues atraviesan las campanas (...),
tanto creo en tí,
tanto, que escribí
cartas como sueños
(M. García)


(Foto: Ellen Perry, "Tree")

lunes, septiembre 11, 2006

no hay literatura



A una cuadra de mi casa está oscuro, se fue la luz hace horas, o digamos que la echaron. Al menos a la luz eléctrica. En todas las esquinas hay fogatas, esto a media cuadra de mi casa o menos. La luz de las barricadas deforma todos los semáforos apagados, todos los paraderos de vidrios quebrados, todos los viejos tristes y los cabros que corren tienen apariencia como de fantasmas. Y quizás sea cierto, son un poco fantasmas. Cada tanto se oyen balazos a lo lejos, mientras yo me pregunto para qué, pero antes, mucho más rápido, me pregunto contra quién. Y me da una pena negra, como de luz cortada y con fogata que se apaga, negra como humo de neumático. Con esa pena puntual (y escribo "puntual" y suena un balazo) y acotada, suben a la superficie todas las otras penas-del-once: tristeza inconmensurable, cuerpos echados al mar, simios ebrios de armas disparando contra el hombre. Pena negra, ya lo digo, y paso frente a las fogatas para llegar a mi casa. Con esta historia rajada por el medio, abierta y hemorrágica no hay literatura que resista, no hay.

domingo, septiembre 10, 2006

emergencia


Muro u ola enorme que aparece frente a uno (para ser más precisos, digamos que "emerge") sin que nada haya podido hacer uno para evitarlo. Solo queda, escalar, hundirse, flotar, o lo que sea para pasar al otro lado o sobrevivir, según sea el caso. "Suceso, accidente que sobreviene", dice el libro de las palabras ordenadas que uno consulta en estos casos.

Emergencia fue cuando mi mamá chocó. Yo estaba en mi último año de colegio y la noche en que tuvo el accidente yo iba camino a cantar a un festival. Todo el resto de la semana, hasta que mi mamá se pudo levantar, tuve que dormir en el living para oír si mis papás necesitaban algo. Dormir o no dormir en el living y andar con sueño al día siguiente, era el resultado de una emergencia. De un suceso que apareció por culpa de un idiota que venía a toda velocidad esa tarde de lluvia.

Ante este tipo de muros o de tsunamis, uno no puede estar prevenido nunca lo suficiente. Tiene que buscar disponer de mecanismos de relevo que permitan afrontar o al menos resistir lo que no depende en absoluto de nosotros. Para todo lo demás existe el criterio.

Esto para decir que me parece curioso hablar de contracepción de emergencia. Hablemos de mecanismos para evitar un desenlace infame, para evitar el nacimiento de un niño de parte de un par de pendejos calientes, incapaces de hacerse responsables de su cuerpo, limitados en entender que la vida de una persona, un nuevo hombre o mujer que viene al mundo, no es sujeto de emergencias. Estamos hablando de personas que teniendo el discernimiento suficiente como para entender que la gente es concebida a partir del coito, han sido negligentes con la responsabilidad inmensa que la naturaleza ha puesto en sus genitales. ¿No será un poco patudo hablar de "emergencia"?, dígame usté, si no hay alguien dispuesto a acompañar a los niños al consultorio a hacerse cargo médicamente del riesgo de embarazo que han asumido al ser negligentes con su actividad sexual, ¿será posible que esta vez sea verdaderamente la última?, ¿será posible que se entienda el sexo irresponsable como un atentado a la libertad (de los tres, los dos padres y el niño) y no como una "emergencia"?

Emergencia las huevas, si estamos realmente interesados en tratar el asunto de los embarazos no deseados, y más precisamente, de los NIÑOS NO DESEADOS, como un problema de salud pública, un asunto de estado, habría que ir más a la raíz, y hacer un esfuerzo para no tomar las cosas por el medio, sino por el principio.

Lo mejor de una alternativa como esta
es que nadie quisiera usarla.
¿no?,
por lo pronto, no me parece que esto esté quedando muy claro.

anonimato


Había una vez un usuario anónimo que gustaba de invertir su valioso tiempo en visitar el blog de un ciudadano no-anónimo para manifestar su opinión. Se dedicó pues, durante varios días, a manifestarse en la sección de comentarios, poniendo la palabra "pedante", sin que el ciudadano no-anónimo supiera si se encontraba ante una afrenta o ante una persona que firmaba olvidando incluir el contenido de sus comentarios.

Lo curioso es que el usuario anónimo mantuviera su ocultamiento, o quisiera mantenerlo, vieja quimera terrorista. Sus razones son desconocidas, pero ofrezco, para quienes quieran saber más detalles, un mapa del barrio del usuario anónimo. Lamentablemente, no me es posible organizar una visita guiada, pero quienes vayan a Vaparaíso pueden pedirme su dirección exacta. También pueden averiguar más detalles en VTR, son muy simpáticos en este tipo de casos.

En fin. Ánimo.
Y gestionaremos que el usuario anónimo en cuestión nos tenga pan con palta para la once.
Adjunto mapa del barrio.

lunes, septiembre 04, 2006

dejando de postergar las deudas literarias


En efecto, después de que lo abrí y supe que ella se moría y él no (que yo no me moría, que la historia pa' mí no se acababa), eso fue todo,
el resto fue pura literatura.

De repente toda la realidad, o todo el ojo de la realidad, más bien,
hizo un enorme y descomunal guiño,
o algo así.

Es terrible descubrirse, con sus calles, sus discos y sus autores,
aunque no sean los que uno caminaandaescucha ahora,
pero descubrirse.
Pensé que entre eso y un Z. todavía más joven que se decida a poner en las vitrinas a nuestros poetas medios secretos, las paltas, los profes de música haciendo música hermosa solamente para nosotros y los cuentos menos conocidos de los autores conocidos (no olvidar a Lina y a Marcelo); entre eso y esto, hay un paso, una micra, una nada.

Y, sí, tuve miedo.

domingo, agosto 27, 2006

fidelidad











¿Adonde va tu pueblo tristealegre,

adonde se dirigen cuando parten
en balsas y en pelota hacia una playa donde nadie los llama
ni los quiere?

Se van al paraíso de los dólares,
al intestino de los tiburones
que se los comerán de todos modos,
más temprano que tarde.
Estás enfermo,
padre tirano, hermoso y vigilante,
que te sacas la cresta por los sueños de un pueblo que se escapa.

¿Qué te asusta? ¿qué quieres
en esta obligatoria soledad de monarca?
Padre severo y tosco,
incomprendido,
lloras por los que se lanzan a las aguas buscando libertad y encuentran muerte,
si fueras veinte años más joven te habrías derrocado hace ya tiempo.
No te soportas ver en las noticias.

Yo no sé bien cómo tendría que haber sido
para que no acabaras siendo la pieza de un museo
no absuelto por la historia ni por nadie,
pero te compadezco,
así como yo sé que te lamentas tú frente al espejo,
cuando te ves cuarenta años más viejo que feliz.

Tu pueblo tristealegre se aleja en una balsa
del sueño que dibujaron a pulso y a balazos en medio de la selva
con Ernesto y los otros que murieron,
tarde o temprano los viejos tiburones repoblaron las aguas y volvieron,
recargados de láseres atómicos.
Cuando cierres los ojos, comandante,
que el Dios en que no crees
nos ampare.

domingo, agosto 06, 2006

dos pipas


La perfecta mezcla de vértigo y angustia,
por ponerle nombre a una huevá a la que es imposible
hacerlo, y hasta ridículo intentarlo.
Ella (la huevá inenarrable) instalada entre mis costillas,
pájaros interiores rasgando
una presa. Cordelito
interno conectado a algún lado que siente el tirón y no sabe qué pasa,
una campanilla que suena como en el campo, donde también un cordelito
atado junto al portón. Y qué portón es este, Dios,
por dónde cresta están llamando para que salga
a abrir.
Tratar de convertir en música lo que siento, de componer
a su alrededor para comunicar al menos su perfil,
y ponerle de título “esto no es lo que siento”,
conversación con Magritte, también con Foucault, con Lihn. Y después tratar
de describir esa música y decir
que esto no es en absoluto lo que siento,
no tiene nada que ver,
apenas es un intento de ser la música, y no es la música,
y la música un intento de ser el vértigoangustia. Dos pipas.


(imagen: "los dos misterios", Magritte 1966)

sábado, julio 29, 2006

el agua y transformada



Para que las canciones evadidas lleguen a tiempo,
tendrán que dejarse leer.
En vez de ser oídas.

Me cansé de buscar con los ojos abiertos,
te cansaste de ser

un grito que se ahoga,
la belleza perfecta que nadie ha tocado en su centro,

soledad que se moja.

Soledad
que se moja.

Derribado de frío, me callé
de los labios, los párpados,

te callaste en mi pánico refugiado en el té.
Yo no sé ni la clave en que escriben tus manos,
ni de dónde esta sed.

Ni de dónde esta sed.

Me cansé de buscar con los ojos abiertos,
te cansaste de ser un grito que se ahoga.

Tu vértigo en mi abrazo, mi angustia desarmada
transformada en tu boca.


Transformada en tu boca.


lunes, julio 24, 2006

otro mismo


Me miro al espejo y me cuesta unos cuantos segundos reconocerme. Eso cuando me reconozco, que hay días en que no, y no nomás.
Hay días en que me veo desde afuera, en que me escucho hablar como si no fuera yo mismo quien habla y se oye. Y me encuentro un poco idiota, un poco nasal a veces, un poco agudo otras. Estoy como fuera del control de mí mismo, y junto con ser de lo más interesante, es de lo más terrorífico.

Hace tiempo que lo noto. Coincide con las épocas en que estoy especialmente cansado, durmiendo poco, corriendo mucho. Al pasar frente al rincón universitario, en Portugal con Marcoleta, me veo reflejado en las ventanas y no me reconozco.

Ignoro qué cresta tengo mal puesto en el cerebro, no me animo a estudiarme, pero me tinca -así como en primera persona- que es un asunto de corpus callosum. El Cuerpo Calloso (corpus callosum) es una estructura con forma de puente entre ambos hemisferios del cerebro por donde pasan gran cantidad de axones mielínicos y amielínicos, permitiendo el entrecruzamiento de muchas de las vías que tienen simetría bilateral en el encéfalo. Parte de la integración cognitiva de todo el cerebro como un solo sistema, depende de estos entrecruzamientos, donde la información proveniente de cada lado se enriquece y mezcla con la contralateral.

En efecto, hablo siempre por teléfono por el lado izquierdo, y si me pongo el auricular en el oído derecho me cuesta entender, aún cuando estoy seguro de escuchar muy bien por ese lado. Lo mismo ocurre cuando quiero escuchar algo con atención, adelanto la oreja izquierda. Y lo propio ocurre con mi ojo izquierdo, solamente cuando novia-Ber me mira al ojo izquierdo siento que ME está mirando, si mira mi ojo derecho no siento como si yo estuviera en posesión de ese ojo, a no ser que cubra o cierre el izquierdo. También esto se acentúa cuando estoy muy cansado.

O sea en definitiva cada uno de mis hemisferios cerebrales tira un poco hacia su lado para gobernarme, lo que podría explicar varias cosas. Pero además resulta entonces que ya no soy solo yo, ya no puedo hablar de uno mismo, que se reconoce y siente bajo control, sino que tengo que incorporar a este que no se reconoce, que se oye desde fuera y que comparte este exiguo sistema de cables y jugos conmigo.
Ese otro mismo.

miércoles, julio 05, 2006

bordes y desbordes

La ciudad es toda una gran foto, una gran pintura,
que se va digregando en pinturas pequeñitas, bifocales,
o rectangulares en un marco,
impresa la realidad en un papel brillante, mate o en una pantalla de cristal líquido.

La realidad es una gran ventana hacia algún lado,
hacia un lado que intuyo pero que no sé,
hacia un espacio que desborda el marco negro que le planto encima para que se parezca a una foto y verlo así, de dos en dos dimensiones.
No me alcanza para más.
Pero si te asomas la ventana está como rebosante, el marquito negro no te alcaza, no te atrapa;
y es como que la realidad y tus fotos hicieran un pacto,
y de foto en foto te prolongaras para siempre,
de palabra en palabra.

Para siempre.






(eso, y la lucidez sencilla del Manuel García)

jueves, junio 22, 2006

capturadísimo



Parece que no saben que no lo pueden callar.
Que José es un poetísimo vestido de mujercísima, y que de esa manerísima es y no es como las tipiquísimas a las que gritaba su chuchadas. Parece que no saben lo que se pierdensísimo, cuando Josesísimo se saca el vestidito y el traje de empleadísima doméstica. Que creen que lo callan, que nos hacen un favorcísimo cuando lo sacan de Lastarrita y le quitan su carrísimo y su maquinísima de escribir bitacorincias. Pero la verdadísima es que nos cagandincio la vida. Parece que no saben que lo echamos de menísimos. Parece que no saben que esta cuidadísima está oscurincia y llena de gargolísimas, y que tenemos miedísimo y necesitamos profetísimos, bitácoras y cualquiera de sus artefactísimos o de sus puteadas para sobrevivir en la mierdísima de barrio borracho de turistas y de putísimas. Parece que no sabendincio que nicagandísimo lo pueden callar. Parece que no saben que sin su maquinísima de escribir y sus relojísimos, y sus portaminas es un mudo. Parece que no saben que es un pescadísimo gritando en el espacísimo exterior. Que vestirse de tipiquísima es una performance, para denigrarse y que nadie crea que el se cree mejorcísimo. Parece que no saben que es un principísimo denigrado y lanzadincio de piquero a la vereda. No nos lo van quitar. Vamos a ir a la putísima y falsísima clínica “Normita” a llevarle una maquinísima-de- escribir-bitácoras. A ver si nos suelta un par de frasesísimas entre tanta droga que lo idiotiza. Se pone a escribir y a gritar puteadas. Y estos huevones idiotísimos se dan cuenta que no lo pueden callar.
Parece que no saben.

lunes, junio 19, 2006

devorado



La realidad conspira.

Anoche toqué en la casa en el aire y fue especialmente bueno,
el sonido estaba bien y una muchachita-de-cumpleaños, a la que desconozco y agradezco, me regaló un disco de Aute (más una carta explicativa, una huevá muy linda sobre la belleza)
Toqué varias de mis canciones y sentí que más de alguien oyó la letra y se injertó un pedazo de mi vida en el hipocampo.

Hoy tomé el artes y letras, y hablé sobre libros, y me abofeteó la sensación de que el arte se mete intensamente en todos los espacios de mi vida que logra conquistar.
También la sensación (la puta sensación) de que la única (puta) manera de sensar y empujar el límite de contacto entre mi cerebro y la realidad es intervenirla con mis sonidos, con imágenes y con todas estas (y otras tantas que no tengo) palabras.

Estoy cagado, si sigo así el arte me devora.
Por la cresta Buonarroti,
dame un consejo.

angustia del héroe


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lunes, junio 12, 2006

verdad



Yo sé no me has visto,

que no hay forma ni hay

pretexto para hacerte entrar en esta perspectiva
triste;
que todo lo que tocas
y lo que ves,

lo tocas y lo ves desde tu patria.
Desde tu oscuridad a la mía no hay un tramo de luz
y quizás eso sea
lo que más nos vincula de manera directa,
y es causa del continuo indivisible que percibo entre tú y yo;
pero también es cierto,
que en la oscuridad no hay más que voces
y experiencias tactiles que me cuesta integrar en imágenes.
Si tú me vieras,
sé que de pronto comprenderías todo
lo que mis ojos rotos han estado buscando

y esperando con el ansia de un agujero negro.
Sé que sabrías que debes tocar mis labios,
mirarlos mientras hablan
y que con eso basta para que yo piense:

"me has visto",
y corra,
y la vida sea por fin verdad.



lunes, junio 05, 2006

Mayo del '06

(o "de secundarios a protagonistas")

Preciosas antípodas.
Treinta y ocho años años de distancia y casi nada en común, salvo el envalentonamiento progresivo de una juventud que hierve en dese
os de hacer carne aquello de que otro mundo es posible.

Estamos presenciando un hito histórico que amenaza en convertirse en una revolución desde las aulas, desde lo que siempre debieron haber sido las aulas: espacios de crítica, de confrontación a una realidad que puede con libertad soñarse, planearse, exigirse. “La imaginación al poder”, decían los veinteañeros que hace casi 40 años se tomaban la Sorbonne: todo es posible, este es el comienzo, debajo de los adoquines aún está la playa. Hoy los secundarios se tomaron no sólo sus colegios, sino su país. Tomaron por la solapa del terno a los ministros y parlamentarios y les enrostraron la brecha grotesca entre la educación que queremos y la injusticia desproporcionada que mantenemos. Los universitarios se están sumando, recién comprendiendo a cabalidad la inmensa explosión revolucionaria que este gesto significa, el verdadero sentido de la cháchara manoseada de que la historia es nuestra, y la hacen los pueblos. Vienen a unirse los obreros, los profesores, la CUT.

Con esto se abolió por completo esa idea imbécil y autocomplaciente de que los jóvenes no estábamos ni ahí con la política. Al revés, Chile está recién volviendo a echar raíces y son esas raíces jóvenes y no otras las que se lanzan al cuello de los poderosos, y apretaron para que se despejara la neblina, para que las reformas a la constitución dejaran de ser elementos meramente cosméticos. Fueron estos puños chicos y pálidos los que convocaron al país en torno a un acto cívico mayor que cualquier parada militar o cualquier jornada de elecciones. Este es el tiempo en que la política se despertó de su letargo, se metió a las escuelas públicas, a las universidades estatales y privadas, en que los que no se paraban nunca, se pararon indignados y seguros de que este es el tiempo propicio para cambiar el mundo, para levantar los adoquines.

Han pasado 38 años y no hay un Sartre que intervenga a favor de los adultos. Al contrario hay una repetición maravillosa de cientos de Cohn-Bendit urgiendo por tener el país que soñamos.
No es la PSU, ni el pase escolar. Es la constitución (la LOCE, pero mucho más que solamente la LOCE), es el criterio y el modo que moviliza las políticas públicas, es el estado garante de equidad, de justicia, de desarrollo y de libertad para escoger la propia vocación.
Estos protagonistas (acostumbrados a los roles secundarios) se tomaron serio esa libertad y ejercieron su vocación de políticos, de revolucionarios

Y nos tienen celebrando el Mayo Chileno.
Aunque debajo de los adoquines no hubiera nada,
aunque el resultado no pasara de un acuerdo de solución a las demandas específicas.

Hay un síntoma evidente e innegable:
otro mundo es posible

jueves, mayo 25, 2006

Apuntes sobre Dios


(una volada teórica...)


¿Será Dios un sistema?

Acaso el más inclusivo de todos los posibles. Un sistema cuyos elementos son operaciones, que distinguen otros sistemas, y en ese sentido quizás una especie de sistema de sistemas. Un sistema autopoyético, digo, cuyos elementos constituyentes son operaciones, y precisamente –por autopoyético- causa suya y de todo sistema.
Acaso un sistema cuya operación que lo distingue del entorno es amar, tal que es ese su sentido y el criterio operacional que selecciona sus elementos.

Un sistema autopoyético de esa naturaleza se comporta como un organismo, de modo que el resultado de ello sería un Dios persona, cuya esencia es puro verbo (sus elementos son operaciones), acto contingente cuyo sentido es amar, no hay amor posible fuera de Él. No puede sino amar, pues es esta la distinción que lo realiza.
Dios causa suya y creador de todo verbo, y por extensión de todo lo que existe.
Sistema hermoso y total, cuyo dominio de posibilidades es todo acto.
Omnipotente, omnipresente, omnisciente.
No ilimitado, sin embargo. Limitado a los actos en que se ama, y precisamente por eso, capaz de todo. Y por eso existente, por denotado.

Incognoscible de manera directa.
Improbable, pero posible.
Suponer Su existencia es un acto de fe, un salto a la nada.

Pero, ¿y suponer este sistema?

viernes, mayo 12, 2006

de cuerpo presente

("the embodied mind")



¿dónde hallar las preguntas adecuadas
y los medios más lúcidos para hallar sus respuestas?

“Volver a las cosas mismas”, citabas a Husserl. Tantas veces me he acordado de ti en estos años de buscar respuestas con medios adecuados e inadecuados, he intentado dar el paso atrás y mirar el fenómeno para que hable con su propia voz, sugiera un método, una técnica para agarrarlo y comprender cómo, dónde, para qué.

Hacerme estas preguntas es volver a la pieza de mi viejo hace cinco años cuando me dijo que te habías muerto. Había como una complicidad en eso, él entendía que la noticia de que te morías era causa de una tristeza inmensa, y que esa tristeza inmensa ante la muerte volvería en unos meses al evocarlo a él mismo. Sabía que casi no hablarían de ti en las noticias y supo que se había enterado solo para mí. Es como cuando Bertoni bajó a comprar empanadas en Providencia, entró a una iglesia y se encontró con el cadáver de Rodrigo Lira adentro de un ataúd. Redes tejidas para atrapar momentos negros como túneles. Casualidades sucias y malditas. Café que no nos tomamos porque no alcanzaste a venir otra vez a Chile.

Yo también lo busco, Pancho, yo también quiero encontrarlo. Lo que sea que haya ahí, en el cuerpo animado por la vida, en el cerebro rebosante de actividad eléctrica y de circuitos. Yo también quiero saber, y me pregunto todas las mañanas dónde está, cómo funciona, cómo hallarlo. También me pregunto qué habríamos hablado en ese café que no alcanzamos a tomarnos porque se te ocurrió morirte antes de tiempo, para fundirte a la fuente que te sostenía, para desaparecer envuelto en lo que amaste.

Yo también voy a buscarlo hasta el abismo, profesor, a este jodido fenómeno profundo e inasible. Yo también voy a gastarme en observar y entender esta mente encarnada, este cerebro inquieto que me empuja a acordarme de ti esta mañana de Mayo, análoga a la última, un poco menos fría, un poco menos lejos.

Y funcionará, y si no qué diablos, no dejaremos de buscar.

miércoles, mayo 03, 2006

en medio de algo



Estoy en medio de algo y no sé bien de qué.
Supongo que de la vida,
aunque, claro: en la mitad de la mitad, más bien.

Estoy cansado de que no llegue la lluvia, la estoy esperando hace varios días.
Cada mañana prendo unos segundos la tele solamente para ver qué dice debajo del relojito, y siempre algo así como 7º-23º, que me tengo que imaginar que son grados Celsius, pero ojalá que fueran Fahrenheit. Y que cayera agüita del cielo, de una vez ya cortémosla con este otoño al seco. Necesito sentir estos hilitos-cordelitos que enchufan el cielo y el suelo (y mi cara entremedio), que boten de una vez las hojas a montones para que lo árboles desnudos tomen la necesaria ducha.
Y el día se despierte.

Estoy en medio de algo, quizá de algo así como un sueño.
Tengo una amiga que es casi una antípoda,
también ella espera la lluvia, le gustan las paltas,
misma música, mismas películas, mismos poetas.
Misma marca de mate.

Misma universidad, misma sede,
pero unos años de desfase y con eso bastó para que jamás nos conociéramos, jamás nos viéramos en ningún lado, en ningún bar, en ningún concierto, para que no hiciéramos planes y bebiéramos cerveza en el café bárbara o en el da'noi juntos en las tardes cuando la lluvia otra vez no quiso venir, o incluso si hubiese venido.
Habríamos escrito poesía uno frente al otro sin enamorarnos,
o quizá enamorándonos,
pero yo creo que sin enamorarnos está bien.
Y quizá libros,
de pocas páginas,
o de muchas,
pero libros bellos.

De ese modo, mientras ella conduce rápido (también eso, por Dios) al Jumbo de Bilbao por las provisiones que le hacen falta (y se tienta a comprar té y un vino de esos tan ricos), va a su casa oye aquella música y abraza a su querido; a esa hora yo pido la cuenta si ha sido un día de buena suerte, y si ha sido de mala suerte recién me saco el delantal blanco, apago las luces del laboratorio y tomo la micro por Diagonal Paraguay/Bilbao para ver y abrazar a mi querida. El día corre cansado y ella piensa en comunicación y yo pienso en neurociencias, aunque en el fondo es otra cosa. Bueno, siempre es otra cosa, quizá la misma otra cosa.

La diferencia es que ella está en un momento de su vida y yo estoy en medio de algo.
No sé de qué. Digámosle una curva peligrosa, una cuesta, un puente de esos de metal que cruzan un río verde.
La vida va entre hacer canciones, el doctorado, conversaciones sobre la muerte, el corazón hermoso y dulce de la Ber, los cerebros de estos ratoncitos mutantes, la gente fantástica y chaladísima que he conocido en los últimos meses y con la que parece que nos agregáramos como fosfolípidos. Paraísos-como-micelas.

Siento que hay algo por venir, la lluvia entre otras cosas.
Pero algo más,
algo en medio de lo cual estoy
y como estoy en medio,
no veo.

martes, mayo 02, 2006

al borde de las lágrimas



¿Revolucionarios?
Qué van a ser revolucionarios estos cobardes de mierda, cuándo, con qué ropa.
Con esa polera del Che con que se cubren la cara de pendejos cobardes, no, ni cagando.

Un hombre que supone que semejante violencia contra los bienes públicos es una forma de llamar la atención sobre alguna problemática social es un tarado, y tarado es mucho: un baboso, con cueva una planaria.

Un saco de huevas que hace tanto daño y vulnera de este modo el esfuerzo que hace la nación (y nosotros somos la nación, estúpido, no el gobierno: nosotros!!) por tener calles, áreas verdes y paraderos de micro, es un verdadero hijoputa que se mofa abiertamente de los más pobres y de todos quienes se sacan (nos sacamos) la chucha trabajando o estudiando para tener el país que queremos.

Ojalá alguno de los conchasumadre que sacan los carteles de las calles, rompen los paraderos y apedrean a la gente llegue alguna veza leer esto, se pique y me escriba un mail. Yo feliz de mirarte a rostro descubierto y ponerte un combo en el hocico, pendejo de mierda.

Y sobre todo no porque me importen las cosas que rompen, los cajeros automáticos, las rejas, los paraderos, los carteles, las tiendas, los pacos. Incluso todo eso es poco comparado con la manera con que deslegitiman a todos los movimientos minoritarios, metiéndose a echar a perder toda demanda justa y haciendo mierda los sueños de los que verdaderamente creemos en otro mundo.

De todo corazón, váyanse a la chucha.
Los revolucionarios de verdad dan la cara y solo se la cubrirían por humildad.
No de maricones.

sábado, abril 22, 2006

la fábula de Chile



1. Hay un conocido chiste respecto a los UDI que cuenta que Dios les estaba dando dos dones a cada ser humano según su país. A los ingleses puntualidad y seriedad, a los franceses romanticismo y buen gusto. A los chilenos les dio ser inteligentes, buenas personas y UDIs. Al descubrir que había sido ligeramente injusto por dar 3 dones a los chilenos en vez de 2, y como Dios no se equivoca, decidió que solo pudiésemos tener 2 a la vez. De modo que si usted es UDI y buena persona, no puede ser muy inteligente. Si es inteligente y UDI, no debe ser muy buena persona. Las personas buenas e inteligentes, como se habrán dado cuenta, no son UDI.
2.
Una especie de tácita ley de sentido común dice que si algo sale en la tele tiene que ser cierto. Con mayor razón si lo que se muestra viene envuelto en el elegante profesionalismo del equipo periodístico de Contacto. Y es innegable si lo que aparece es una mujer joven, tapada por sombras que protegen su identidad, declarando haber sido violada en múltiples ocasiones por un político de familia aristócrata. Por un lado, da oportunidad al público televidente de concentrar todo el dolor y la rabia contra la derecha pinochetista, contra la clase alta, contra los poderosos abusadores y contra la clase política en un solo sujeto. Bien descrito por cierto, manchas en el pubis, manos huesudas, testículos irregulares. Perfecta mierda. Pero aún más interesante que eso es creerle a pie juntillas a esta mujer crecida en la pobreza de las caletas, del hogar de niños, del abuso. Una especie de vergüenza de la opinión pública que busca ser compensada creyendo todo lo que esta víctima de nuestra injusticia, de nuestra incapacidad de sacar a los chilenos más pobres de la miseria, tenga que decir. Creerle es algo así como una obligación moral, una deuda.
3.
El comienzo de la avalancha viene cuando un cura anima a Gema a revelar la verdad. Van a la tele, a los diarios. El cura simboliza una iglesia que echábamos de menos, porque está con la miseria, con los pobres, con el dolor. Jolo es el ídolo metido en un cacho descomunal, pero es un santo curita y no cabe duda que la verdad que defienden caerá por su propio peso. Gema se confunde, las fechas no calzan, Novoa se querella, van a la cárcel, salen de la cárcel, vuelven a la cárcel. Hacen mierda al cura, la Gema es una hueona mentirosa, Jovino es un hijoputa. Lo único que cae son ellos, y ni siquiera por su propio peso.
4. Cuando Gema sale en la Tercera diciendo "Todo es mentira. Todo, todo, todo, todo mentira" no sabemos si la huevá es otra movida de los poderosos dueños de la prensa o si esta jovencita nos hizo pedazos con sus mentiras. Ya no sabemos que creer. The Clinic titula: "Gema Malo". Vuelven a la cárcel. Nadie confía en los pobres, ni en los curas, ni en los políticos. Los pobres siguen siendo pobres porque se lo merecen. Los curas siguen contribuyendo más a la confusión que a la iluminación, sobre todo los curas que se meten con los pobres. Los políticos son todos narcos y pedófilos. Bueno ya, y los curas también. Y los pobres.
5. Todos somos Gema, sociedad mentirosa y contramentirosa. Pedrito-y-el-lobo que ya no reconoce la realidad impuesta de la percibida. Manipulados por los poderes económicos y castigadores (la culpa, la cesantía) ya no sabemos quién cresta somos, qué andamos buscando, qué fue real o no. Eso sí, verdad o no, tenemos la sensación de haber sido vejados por los políticos, estupradores que nos dejaron en manos de isapres y AFPs. Segunda lección, los poderosos siempre tiene razón, siempre zafan.
Jovino es un típico despreciable victimizado, esta vez quizá no estaba involucrado y solo tuvo mala suerte, quizá en el fondo es un tipo inteligente, buena persona, pero ojo: es UDI.
Finalmente, el cura se casa. Ha pedido hace exactamente un mes la dispensa papal para dejar el ejercicio sacerdotal. Dice que este caso no tiene nada que ver, que esto es un discernimiento vocacional. Yo le creo, pero también entiendo que esto es para espantar a cualquiera. A este paso, la iglesia nos abandonará en unos pocos años.


Mi país es una telenovela
,
sus protagonistas: los pobres, los ricos y los curas.
En ella todo es mentira, todo, todo, todo mentira.
Siempre ha sido así. Pero ¿hasta cuándo?

lunes, abril 17, 2006

alivio

Cuando pienso en que alguien no entendió lo que quise decir, en que nadie sabe lo que realmente busco y quiero. Cuando me doy cuenta de que uno está bastante solo y bastante malentendido siempre, mirado de lado, como con sospecha. Cuando me desespero en busca de señal que no llega, por la mierda y ahora qué hacemos, como encontramos el camino pa' adelante o de regreso. Cuando siento que también Dios como que se me arranca por mi negligencia de Adán, de adolescente, de carne molida.

Entonces me acuerdo de Beckett.
Samuel frente a la vida, frente a la muerte, frente a la incomprensión, o al menos a esa sensación de misterio nunca develado en totalidad.
Samuel en frente de Dios: cara arrugada, ojos claros hundidos, fondo negro.

Y me doy cuenta de que no sólo no somos los únicos en sentirnos un signo indescifrable, un código secreto, que no sólo no somos los únicos incomprendidos sientiéndonos un objeto que no se entiende.
Sino que además me siento un poco acompañado.

Y es tan bueno.

jueves, abril 13, 2006

Dios del fracaso

En estos días veo permanentemente la imagen de dos muertos muy queridos. Junto a ellos, me amenazan dos imágenes más. En la primera, mis hermanos lloran en la escalera, mientras yo estoy junto a la cama aún tibia donde mi padre ha muerto. En la otra imagen, muchos años antes pero con una desesperanza parecida, un grupo de hombres y mujeres ven al hijo de Dios clavado en una cruz.

Una huevá que solo puede ser entendida por quien haya pasado por esto, por ver como alguien a quien amamos se muere y caer de golpe a la certeza patente de que somos incapaces de conservar la vida. Vivimos en eso, tratando de estar vivos, y siempre perdemos, fracasados de mierda, en algún momento la entropía nos gana y nos vamos a la cresta. Es un golpe invisible y desestabilizante, una corriente de confusión enorme que marea y te tira al suelo. Y ver a Jesucristo en la cruz, muerto, golpeado, hecho pedazos, es una ampliación de lo mismo. Y peor, también Dios muere, también a él llega este golpe que nos derriba a todos. Así que no sólo somos unos fracasados de mierda, sino que tenemos un Dios que fracasa con nosotros, un Dios del fracaso. Así que parece que estamos metidos en esta oscuridad hasta el cogote. Y quizás más, porque ante la muerte hay como una apertura de la oscuridad hacia los lados y hacia adelante.

Tenga cuidado, ¿no será algo arriesgado amar y confiar en un Dios que fracasa? Ni siquiera es capaz de mantenerse vivo, muere en la cruz y con eso se me ocurre que algo de ese dolor que experimentaban mis hermanos llorando en la escalera al ver a su padre muerto se hace universal.

Pero, y aquí es donde yo ya no sé qué pensar, hay algo muy misterioso que se abre a partir de la muerte. No tengo idea qué cresta es, pero se siente como que mi sangre estuviera atada a algo que ya no está aquí, pero que está allá en algún lado. Un cordelito, digámoslo con esa palabra hermosa, que antes estaba entre yo y mi padre, que se había tejido en los años de su enferemedad, y que cuando se murió no lo sentí cortarse. Lejos de eso, y he ahí el misterio, no sé adónde conduce el cordelito ahora. Si fuera una función, diría que se indefinió, que se fue a infinito, y quizás esa definición matemática es la mejor. Y no se acaba en eso, sino que determina que desde ese momento en adelante, ya no pueda ser nunca más el mismo, que la manera como entiendo la libertad y la confianza se modifiquen definitivamente.

Cuando veo que Dios se muere conmigo, y con mi padre, también este misterio se hace universal, no sé cómo ni pa’ qué. Lo que sé es que algunos puntos en el estómago se me agitan y como que conocieran el camino hacia otro lado, hacia otra cosa. En contacto con ese misterio, no hay nada que pueda hacernos olvidar esa otra cosa, que es algo así como una fuente de vida cualitativamente distinta a la que hay. Al menos yo no puedo olvidarlo.

Yo no sé por qué debería confiar, más bien, me parece que es muy riesgoso creerle a este Dios muerto y fracasado. Me parece muy probable que si le sigo termine muy mal, hecho mierda en una cruz, torturado por los milicos, qué sé yo. Pero hay un misterio inconcebible en todo esto, en que percibo que se juega la vida, y que me da para pensar.

Para pensar de rodillas en la oscuridad, y decir en voz alta cuánto me duele y cuánto no comprendo, y cuánto me dispara al infinito el misterio de la muerte de mi padre. Y la de mi Dios.

jueves, abril 06, 2006

vaya como cuesta

Cada mañana todas las ovejas despiertan mirando el mismo sol, pero hay una que voltea y cubre sus orejas y grita fuerte su color. Diablos. Le oyen pero no le oyen, es un estímulo auditivo, quiero decir; pero aparentemente siempre es subumbral. Le escuchan, digamos, pero no le oyen.
Empiezo con todo esto para quejarme de algo así como el diseño del mundo que no soporta los intentos de dedicarse al arte y la ciencia. Estas dos semanas me he dado cuenta que si uno intenta hacer experimentos, discutir inteligentemente en las reuniones de laboratorio, estudiar para las pruebas del doctorado (que duran de 9 AM a 6PM, by de way), postular al FONDART, enviar un demo, organizar conciertos y componer canciones, vivirá con cueva hasta los 25 años. Esos son dos años más de lo que tengo. Diablos.
Todos saben que es tan lindo hacer arte, y todo saben que es tan lindo hacer ciencia. Todos saben, pero se ubican de uno u otro lado. Ovejitas de mierda, gritemos este color negro terrible que nos tiene distinguidos en la masa, agobiados con el tiempo. He sabido de la historia de una oveja en particular que voltea y cubre sus orejas y grita fuerte su color. Se levanta, y como que se le salen colores de los ojos, su alma es de fuego con sueños encendidos, prendidos a su solapa de negra lana. Me la cuenta en una canción mi buen amigo Claudio Martínez, y me dan ganas de mandar todos estos cerebros de rata y todas estas fotos del septum medial (que hay que cuantificar para cuanto antes) a la mismísima rechucha y hacer canciones como las de Claudio y quizás con él.
Sin embargo cuando me junto con músicos (a fines del año pasado en el encuentro de cantautores en Valparaíso, por ejemplo) me descubro científico, pensando en mis amadas neuronitas y sus misterios neurotróficos.
Yo sé que se puede ser ambas cosas, que se puede amar la vida intelectual y estéticamente, desde todo ámbito, y me acuerdo del colega de hace como un siglo, Santiago Ramón y Cajal, que decía que así como los que persiguen mariposas se fascinan con el aleteo colorido, también nosotros hemos hallado en el territorio gris del cerebro unas formas elegantes y maravillosas: las mariposas del alma.
Un registro electrofisiológico es como una música rara, escrita, como mirar una pauta. Todo esto es hermoso, y una especie de pista en esa dirección es que mientras más profundamente sumido estoy en la parte científica de mi vida más músicas vienen a mi mente, esta semana del carajo hice dos nuevas canciones. Eso es algo, es como un pista, como una invitación. También lo es la canción de Claudio, lo que pasa es que el horizonte se puro esconde.
Sí, cuesta, y vaya cómo.