lunes, marzo 26, 2007

babel

La visión de aquella película (o "la mostración de aquella película"), haberla visto, vino a decantar otras mostraciones que emergieron durante la semana y que si no me hicieron llorar a gritos, fue solamente porque eso era lo que yo quería: llorar verdaderamente a gritos, y no podía cumplirse así-tan-fácil.

Hace años, en la esquina de Portugal con Carabineros de Chile, hay un niño que vende papas fritas naturales (paquetes plásticos de tres tamaños) y que parecen pequeños coladores (son planas y con hoyitos). Una vez compré un paquete de quinientos pesos y me fui comiendo papas fritas, y algo que quizás fue la suma del aceite que me embadurnaba los dedos y de la forma-de-colador que las papas tenían, me perturbó todo el camino, y cada papa que me comía fue como si algo de mí estuviese siendo colado a través de ese cedazo miserable y aceitoso. La ex-esposa de M. lo demanda, pone a sus hijos en su contra y le envia anónimos amenzantes, él no quiere involucrar a los niños y cede permanentemente para que nadie sufra lo que ya ellos sufren por el fracaso que supone el fin de la familia. Él pone todo de su parte, invierte toda su plata, posterga su vida amorosa; ella lo demanda y solicita el auxilio de la fuerza pública. Un pueblo entero pone su confianza en su pastor, reconoce que más allá de las diferencias políticas, Dios ama a su pueblo y lo quiere unido, libre, vivo. El pastor prohibe que se estudien y se enseñen las ideas del padre Sobrino, fiel servidor del mismo Dios a quien el pastor sirve. No sabe que cuando lo hace, los campesinos mejicanos miran el cielo y las luces de la ciudad y sienten una pena negra, no sabe que tras sus palabras de implacable corrección teológica el rostro de un pobre se crispará con el dolor de sentirse más solo. El jueves en la tarde en la esquina de Diagonal Paraguay y Portugal un hombre acostado de lado en el suelo se arremangaba los andrajos para meter las manos en un plato de comida, lo miré entero y ví que tenía los pies absolutamente destrozados (por eso no podía ponerse de pie).

Yo he pasado sin verlos, o los he visto y aún así he podido seguir mi camino. No importa cuánto me duela, porque no es mi dolor lo que los sana, lo que los acompaña. Hasta cuándo puede vivirse pretendiendo que nos comunicamos, que tomamos decisiones democráticas por el bien del pueblo, por el bien del hombre; cuando en verdad estamos metidos hasta el cogote en esta puta torre de Babel. Cómo se va a poder vivir tranquilos con amar a nuestra mujer, a nuestros hijos, con nuestra caridad de supermercado, con nuestro patriotismo de impuestos internos; cómo se va a poder vivir. Cuando hay uno que se está muriendo, uno que no puede ya con su tristeza, uno que busca y no encuentra, uno que llama y no se le abre; y yo, en este momento y en este lugar, no lo estoy amando a él. No lo estoy amando a Él.

miércoles, marzo 14, 2007

"no hay nada como tu amor como medio de transporte" (Drexler)


1. Antes me tardaba 40 minutos en llegar al laboratorio, ahora me demoro apenas 27. Es cierto que el metro va más lleno, pero cada vez que me da rabia el calor y la multitud, pienso en que si está más lleno es porque ahora más gente puede usarlo. Se me quita la rabia automáticamente.

2. Por primera vez en mi vida veo que la gente hace filas espontáneas, conversa en el metro, la micro y el paradero, y espera en los paraderos troncales aunque sea tarde, porque sabe que los recorridos nocturnos van a pasar; que se podrán demorar, pero vendrán.

3. Estoy aburrido de los comentarios pesimistas de la prensa y de los opinadores que están convencidos y acostumbrados a que el desastre venda más que las buenas noticias. Para qué decir que estoy aburrido de los análisis simplistas, de los resultados inmediatos, de las tías que son tan de izquierda que lo que haga o piense el gobierno siempre será injusto, elitista, y ayudará a los empresarios a ganar dinero; o bien son tan de derecha que lo que emprenda el gobierno estará mal planificado, será ineficiente, torpe y corrupto. Lo único que hacen es avivarle la cueca a la vieja barsa, al alegador empedernido, hacerle creer que tiene razón, estimularle el individualismo más asqueroso.

4. A propósito del punto 3., el domingo Pirincho Navarrete dijo: "es fundamental que todos entendamos que no siempre la suma de lo que más me conviene a mí y lo que más te conviene a tí, es lo que más nos conviene a los dos. Sin duda que a mí me convendría que la micro pasara en la puerta de mi casa y me llevara hasta el centro, y a tí también. Pero obviamente no nos conviene que la micro ande la mayor parte del recorrido vacía, ni que el aire esté así de contaminado" Aplausos para él.

5. El límite del asco: Piñera, Ossandón, Moreira, etc.
Piñera: ofrece hace unos días varias "ideas nuevas" para mejorar el Transantiago, como "invertir en mejores paraderos, zonas de prepago e infraestructura vial, mejorar la información, rediseñar algunos recorridos e implementar un sistema de monitoreo por GPS". Inmediatamente después de leído eso me pregunto, ¿señor Piñera, me está hueviando?, ¿cree que soy TAN weón que no me he dado cuenta que todo eso ya fue no solo pensado, sino que a veces hasta implementado? Piraña agrega "el Transantiago todavía tiene solución". Asqueroso.
Ossandón: el payaso de la derecha chilena inaugura la sesión de chistes: "en febrero dije que el gobierno tenía un doctorado en improvisación, ahora se sacó un 7 en el examen de grado"...la talla es mala, pero lo peor es que para el doctor Ossandón la capacidad de reacción es lo mismo que la improvisación. Aparte de que el grado de PhD se obtiene previa defensa de la tesis de doctorado, y no con un examen de grado. El doctor Ossandón no sabía eso. Amoroso (y huevón, pero amoroso).
Moreira: se dedica a puro decir que los chilenos han sido humillados por el gobierno con el plan de transporte y que los buses parecen corrales. Usted no sabe lo bueno que es la civilidad, profesor Moreira. Mucho menos sabe lo que es decir la verdad y no tratar de sacar dividendos políticos. El otro día se oyó decir a Coloma: "todos los expertos dicen que el Transantiago está mal diseñado". ¿Quiénes son esos expertos?, porque al menos los que han salido en la prensa de todos los colores han dicho justo lo contrario, así que o estamos confundidos o es usté un feroz farsante. Y entonces, sr. Moreira, ¿qué es esa huevá de "devuélvanle la dignidad que le arrebataron a los santiaguinos"?. Manga de barsas, de indignidades sí que sabe el chileno afiliado a la isapre y la aefepé. Dignidad es que se considere a la ciudadanía capaz de educarse, de transformar su ciudad y su país. Indignante e indignificante es a mi juicio que usté piense en los ciudadanos como una especie de monos a los que hay que acariciar y alimentar para que voten.
Afortunadamente, la consecuencia de esa conducta asquerosa es que NADIE LE CREE NADA. Da lo mismo si la concertación sube, baja o se mantiene en popularidad, la derecha sigue bajando en las Adimark de todos los períodos. Eso significa que el chileno está pensando en que no lo convence el oficialismo, pero que nicagando vota por la derecha. Es evidente que quien mienta, trate de usar todo a su favor y no aporte jamás algo bueno y original al país, NUNCA EN LA VIDA va a ser elegido para gobernar.

6. No es fácil readaptarse, cambiar las costumbres de transporte, los horarios, los recorridos, pero eso da lo mismo. La pregunta importante es si esto es mejor. A ver qué experiencia tiene usté del Transantiago y cuánta fe le tiene a nuestro nuevo transporte público.
Yo confío y hasta ahora me resulta.
Venga, inténtelo.