Llegué tarde (casi siempre llego tarde), así que tuve que esperar casi una hora, pero no me importó porque no me iba a perder la oportunidad de esta vez sí subirme por la escalera empinada y cortita, tres escalones, mochila, maletín, guitarra. Asiento 50, segundo vagón. Ahora sí voy en tren, y cruzo los territorios de mi infancia, y este tren es al mismo tiempo el tren en que viajábamos con mis papás y mi hermana guagua a Río Bueno cuando mi hermano todavía no existía, es el tren que se descarrila en último libro de l.c.d.N, es el tren de los campamentos scout, es el tren de nueces para el amor y el de la canción de Drexler (“mira, sho aquí me bajo, sho dejo el tren en esta estación…”) Este viaje es un signo: las cosas pueden hacerse mal, más o menos, o bien. Yo las hago, primero más o menos mal (me fui en bus, pudiendo irme en tren) y después casi bien (vuelvo en tren, una hora de retraso pero en tren) Aprendo tarde, pero aprendo. Curiosa plasticidad la de mi sistema nervioso. Y así con las neurociencias.
sábado, septiembre 30, 2006
Ahora sí
mujer que llora
no es fácil bocetar con frases cortas
o con líneas seguras
sus cejas, su sonrisa, sus orejas;
su belleza de árbol o de pájaro (que se ríe conmigo a mi llegada)
y peor aún: su llanto.
Imposible decir cómo es el rostro oculto entre las manos,
se suena cuatro veces con una servilleta que yo rescataría de las ruinas
para guardarla siempre a ella. La distancia
es tres metros, un cerco y una mesa,
y aún así se topan nuestros ojos de extraños,
entre su soledad y mi nostalgia, podría decir,
o entre mi abandonada soledad y su llanto
oculto entre las manos, imposible y hermoso,
ya lo dije,
como un pájaro negro.
jueves, septiembre 28, 2006
Bus-tren
viernes, septiembre 15, 2006
creer en tí
En el duelo de tu amor cuelgo de un árbol la guitarra,
pero el viento la recobra como un ave para sí.
En el río los queltehues atraviesan las campanas (...),
tanto creo en tí,
tanto, que escribí
cartas como sueños
(M. García)
(Foto: Ellen Perry, "Tree")
lunes, septiembre 11, 2006
no hay literatura
domingo, septiembre 10, 2006
emergencia
Ante este tipo de muros o de tsunamis, uno no puede estar prevenido nunca lo suficiente. Tiene que buscar disponer de mecanismos de relevo que permitan afrontar o al menos resistir lo que no depende en absoluto de nosotros. Para todo lo demás existe el criterio.
Esto para decir que me parece curioso hablar de contracepción de emergencia. Hablemos de mecanismos para evitar un desenlace infame, para evitar el nacimiento de un niño de parte de un par de pendejos calientes, incapaces de hacerse responsables de su cuerpo, limitados en entender que la vida de una persona, un nuevo hombre o mujer que viene al mundo, no es sujeto de emergencias. Estamos hablando de personas que teniendo el discernimiento suficiente como para entender que la gente es concebida a partir del coito, han sido negligentes con la responsabilidad inmensa que la naturaleza ha puesto en sus genitales. ¿No será un poco patudo hablar de "emergencia"?, dígame usté, si no hay alguien dispuesto a acompañar a los niños al consultorio a hacerse cargo médicamente del riesgo de embarazo que han asumido al ser negligentes con su actividad sexual, ¿será posible que esta vez sea verdaderamente la última?, ¿será posible que se entienda el sexo irresponsable como un atentado a la libertad (de los tres, los dos padres y el niño) y no como una "emergencia"?
Emergencia las huevas, si estamos realmente interesados en tratar el asunto de los embarazos no deseados, y más precisamente, de los NIÑOS NO DESEADOS, como un problema de salud pública, un asunto de estado, habría que ir más a la raíz, y hacer un esfuerzo para no tomar las cosas por el medio, sino por el principio.
Lo mejor de una alternativa como esta
es que nadie quisiera usarla.
¿no?,
por lo pronto, no me parece que esto esté quedando muy claro.
anonimato
Lo curioso es que el usuario anónimo mantuviera su ocultamiento, o quisiera mantenerlo, vieja quimera terrorista. Sus razones son desconocidas, pero ofrezco, para quienes quieran saber más detalles, un mapa del barrio del usuario anónimo. Lamentablemente, no me es posible organizar una visita guiada, pero quienes vayan a Vaparaíso pueden pedirme su dirección exacta. También pueden averiguar más detalles en VTR, son muy simpáticos en este tipo de casos.
En fin. Ánimo.
Y gestionaremos que el usuario anónimo en cuestión nos tenga pan con palta para la once.
Adjunto mapa del barrio.
lunes, septiembre 04, 2006
dejando de postergar las deudas literarias
En efecto, después de que lo abrí y supe que ella se moría y él no (que yo no me moría, que la historia pa' mí no se acababa), eso fue todo,
el resto fue pura literatura.
De repente toda la realidad, o todo el ojo de la realidad, más bien,
hizo un enorme y descomunal guiño,
o algo así.
Es terrible descubrirse, con sus calles, sus discos y sus autores,
aunque no sean los que uno caminaandaescucha ahora,
pero descubrirse.
Pensé que entre eso y un Z. todavía más joven que se decida a poner en las vitrinas a nuestros poetas medios secretos, las paltas, los profes de música haciendo música hermosa solamente para nosotros y los cuentos menos conocidos de los autores conocidos (no olvidar a Lina y a Marcelo); entre eso y esto, hay un paso, una micra, una nada.
Y, sí, tuve miedo.